miércoles, 9 de febrero de 2022

Escribir es lo de menos

Escribir es lo de menos.

Hoy, queridos compañeros, me voy a salir de madre
y en lugar de escribir serio convocaré un aquelarre.
No es que me crea muy listo, pues más bien soy algo cafre,
pero de un tiempo a esta parte vivo preso de un descuadre.

Antes de que os preguntéis que es lo que llevo entre manos
o abandonéis la lectura de estos cuatro versos vanos,
quiero hablar de algo candente que acontece a los humanos
y que, poquito a poquito, nos va atando pies y manos.

Sé que el tema es delicado y que me pueden dar fuerte,
pero llevo tantos años golpeándome en la frente,
que no me importa un pimiento lo que piense cierta gente
y no me vencen reparos si hay que tentar a la suerte.

Como no visto cordura ni calzo principios sanos
y no quiero dar lecciones a lectores ni escribanos,
pondré en solfa mis prejuicios, seguro que puritanos,
para expresar un asunto que deja mis pelos canos.

Voy, amigos, al meollo, que la aguja está enhebrada,
y a ver si zurzo algo en serio con la escritura versada.
Me refiero a una conducta que yo antes tuve aparcada
y que de un tiempo a esta parte me ocupa media jornada.

Hablo de tecnologías y de asuntos digitales
que según voces expertas conducen a los portales
y abren de par en par puertas a Cervantes sin caudales
desprovistos de mecenas que los hagan inmortales.

Puedes escribir de lujo y tu obra ser preciosa
pero si no le echas jeta y tu presencia no acosa
serás un número huero en esta selva grandiosa
de aspirantes que se vieron sepultados por la losa.

Hoy para alcanzar la fama, debes patear Las Redes
y tener mil compradores para venderles tus peces.
Has de ser un buen payaso y decir muchas sandeces
para embaucar a lectores, amigos y mequetrefes.

Si quieres ser destacado, entre tanto aventurero,
has de dedicar mil horas a teclear con esmero
entradas, reseñas, versos y camelarte al librero
o no venderás escoba aunque seas chamarillero.

Yo, que ansío superventas, me prodigo en letanías.
A veces cuento algo serio, otras simples tonterías.
Y mientras consumo horas y voy quemando energías
me abro a los desconocidos y olvido las cercanías.

En Facebook soy un hacha. Me desenvuelvo ligero.
Me llueven las amistades, más solo acepto a quien quiero
pues tras presuntos perfiles descubrí a un vil usurero
y a una chiquita muy mona que me ofreció su hormiguero.

En Twitter soy precavido y oculto bien mis manías,
que hace poco entré en conflicto por defender teorías
y me saltaron al cuello, mostrándome sus encías,
un grupo de nobles canes bastardos de señorías.

Según todos los adictos, Instagram es el presente,
pero o yo me esfuerzo poco o no he tenido la suerte
de publicar una historia que parezca algo decente
y que a mi escasez de amigos se le añada mucha gente.

Ayer por Messenger supe que soy hijo de herederos
que además de ser amables debieron ser muy austeros
pues me han legado fortuna recubierta de dineros
y solo con dar mi cuenta me la llenaran de ceros.

Por si hasta aquí fuera poco, el wasap también me mola,
cada día al despertarme me esperan haciendo cola
mil historias y mensajes que saltan como una ola
para evitar que mi alma se sienta perdida y sola.

Podría seguir tejiendo mi ristra de estupideces.
Los años me van gastando, desvarío tantas veces,
que entre modernos avances soy maestro de memeces.
Así que olvidadlo todo. No compréis mis idioteces.

Ya no os daré más la murga que bien os he maltratado.
Podéis cebaros conmigo, me lo tengo bien ganado.
Debí de hablaros de libros que es lo que había pensado
pero me he fui por las ramas cual viejo desmemoriado.

Lo peor de este dislate que me ha costado dos días
y me ha ocupado las horas maquinado tonterías
es que con tantas simplezas preñadas de ñoñerías
la lengua habré destripado, dejando reglas vacías.

Hasta aquí los desvaríos de un rehén de la ignorancia
que en vez de lectura amena compuso esta cosa rancia.
Si te has identificado dale al botón de Me Gusta
pero si te he defraudado… ¡no te ensañes con la fusta!

Moisés González Muñoz
https://sites.google.com/site/mgonza75
Ávila, 09 de febrero de 2022.