Soneto al Valle Amblés
Ha vuelto el sol de nuevo a mi ventana
para enterrar el humo y los lamentos.
Danza, suave, la flecha de los vientos
y ríe el Valle Amblés a la mañana.
El cielo azul con rubor se engalana
y un aire fresco inunda mis adentros.
De agosto apenas quedan si momentos
que el corazón con tristeza desgrana.
Por la Serrota, unas nubes en danza,
de gris y blanco se deshacen en nada
pregonando que el verano ser apaga.
Sueña el Adaja, el rumor de su chanza,
que haga olvidar la angostura atrapada
y apague el fuego que su lecho amaga.
Solosancho, jueves 28 de agosto de 2025
©Moisés González Muñoz