Sí… ya sé
que este año estabais algo tristes y apesadumbrados pensando que no os iba a amenizar
la sobremesa con mi manido discurso, pero ¡no sufráis!, mi conciencia no me
dejaba dormir tranquilo y he decidido satisfacer vuestros nobles deseos.
Lo siento
amigos. Ésa es una las penitencias que debéis cargar a vuestras espaldas
por permitirme formar parte de este maravilloso grupo. ¡Paciencia, que le vamos
a hacer! Además, no es demasiado el tiempo que os voy a robar y de paso le hacéis
un favor a la autoestima de éste escribano. ¿Dónde voy yo a tener un auditorio
tan numeroso, educado, maravilloso y paciente, a mi entera disposición, capaz
de aguantar estoicamente y sin rechistar mis subjetivos alegatos? Bien es cierto
que la ingente cantidad de cerveza, vino, cava y licores que habéis ingerido
juega a mi favor, pues al embotar vuestra mente ayuda a que no os enteréis de
la mitad de las soflamas que proclamo.
Bueno, amigos
y amigas, ¡al grano!
A las
puertas de finalizar el convulso 2014 ¡cómo pasa el tiempo! nos hallamos de
nuevo reunidos para celebrar el cierre de la temporada 2014. ¡No veas que
auditorio más concurrido!
El acontecer
de este GR7 y sus constantes vaivenes, de aquí para allá, en el desarrollo de
las etapas, ora al principio, ora al final, ora una saltada y otra por saltar,
me han aconsejado olvidar el devenir del camino y centrarme en la idiosincrasia
del grupo.
A GRManía se
le podrán achacar algunos errores (pocos diría yo) pero lo que no se le
puede acusar es de inmovilista. Aquella ley no escrita de hace 20 años ha
quedado ya completamente obsoleta. Hoy en día, nuestra particular Carta Magna
no es una norma retrógrada y anclada en el pasado, ¡como otras! sino un edicto
vivo, que evoluciona, se moldea y adapta a la realidad del grupo, a la
evolución de las circunstancias, a las necesidades de los tiempos y a las
características de los GRManos. Nuestra proclama, no descansa en su idea de acomodarse a las
exigencias del camino, a los momentos y a la capacidad de los caminantes. Y
así, dada la relativa homogeneidad del grupo, diversas son las actividades que se realizan
en el mismo para complacer las necesidades de todos los componentes de GRManía.
Aquí, compañeros, caben todo tipo de propuestas lúdico-deportivas, siempre
que rayen la normalidad, claro está.
El día a día
viene demostrando bien a las claras que lo menos practicado últimamente por el
grupo es el senderismo por los diferentes GRs… Cada dos por tres aparece una
nueva actividad ” extraescolar” que añadir a la ya de por sí numerosa
gama de eventos cobijados bajo la siglas GRManas. ¡Que si Camilluns”…. que si
“Camimecres”… que si “Camisabte”, que si “Runners”, que si “Pedales”, que si
“Nordicmanía. A este ritmo pronto tendremos sección de “PatencaManía”,
“NaipesManía”, “DominoManía” o “SantaManía”! Esto demuestra bien a las claras dos
cosas: Una, que nos estamos haciendo mayorcitos (entre pre- jubilados y
jubilados, aspirantes a ello y abueletes, ya sumamos unos cuantos) y dos, que
con la caída de los años disponemos de bastante más tiempo libre a nuestra
disposición, y que es necesario ocuparlo como sea y mover el esqueleto para que
éste no se nos encasquille. Buena prueba de ello es que los ociosos
libertinos no permanecen anclados en el sofá, sino que siguen ejercitando sus músculos como si de
juveniles se tratara. ¡Lo ideal para desengrasar el organismo y mantenerlo en
funcionamiento!
Si hablamos
de caminatas (bueno lo de caminar es un decir, pues en realidad se camina poco,
se come mucho y se bebe generosamente y se habla muchísimo) definitivamente se han
establecido diversos grupos de nivel o afinidad. Unos se embarcan en el grupo
A, otros en el grupo B, y, esporádicamente, otros en el C (solo turismo, paseos,
comilonas y régimen de andar).
Con la caída
de los años hemos ido los adaptando los esfuerzos y las dificultades al aguante
de nuestros organismos. Si hace años transitábamos todos en compacta manada,
ahora parecemos un rebaño de ovejas descarriadas. Con el paso del tiempo
decrece el grupo A, al mismo ritmo que aumenta el B, y ya colea el C, y se
vislumbra el D. A este ritmo, dentro de unos años, el A será una utopía, el B
un milagro y el C la gloria y el D el paraíso. Pero es la vida amigos y como
tal hay que aceptarla.
Eso sí, el
que no decrece ni a tiros es el grupo de festejos y comilonas pantagruélicas.
Cuando de lo que se trata es de sentarnos a la mesa y ponernos morados como zampabollos,
aquí el “Kuorum” es instantáneo y la mayoría absoluta incuestionable. Éste
grupo permanece siempre fiel, estable, cohesionado y completo, y no muestra
visos de decrecer, sino todo lo contario.
Teniendo en
cuenta la hermosa diversidad del grupo, edades, estado civil y laboral,
afinidades políticas, ideales, aficiones, obligaciones y muchas otras características
diferenciadoras, hay una cosa que nos une a muchos, el amor incondicional por
la recolecta de diferentes productos naturales (robellones, fruta, frutos
secos… ) y el asalto indiscriminado a los huertos que se ponen a tiro.
Antes de
concluir mi perorata, me vais a permitir hacer mención a todos aquellos que
tienen la dicha de ser abuelos, un estado en el cual acabo de entrar. Hasta
hace unos días no comprendía como era posible que los abuelos perdieran el
oremus por sus nietos. Sin embargo, debo reconocer que un segundo después de
alcanzar ese estatus, el de abuelo, me encontré atrapado en la trampa que tanto
me extrañaba y que ya me tiene prisionero de por vida. ¡Por nada ni por nadie pienso
renunciar a ella. ¡Ser abuelo es la sensación más maravillosa que he disfrutado
en toda mi existencia! Después de unos años de ver pasar la Navidad y los Reyes
sin demasiada emoción, este año me esperan unos días de fiesta como jamás soñé
poder disfrutar. ¡Ojalá os suceda lo mismo!
Para
finalizar, quiero expresaros mis mejores deseos de dicha y felicidad para todos
vosotros. Para que estas fiestas venideras y el cercano 2015, os colmen de
felicidad.
Salud, mucha
suerte y toda la dicha de la que sois merecedores para el próximo 2015.
Prenafeta 13/12/2014
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