Una vez más nos hallamos reunidos en torno a mesa y mantel (¡Cómo no!) para cerrar la temporada 2015-2016, y aquí estoy yo de nuevo con mi perorata.
Pero
calma, que intentaré ir al grano y no
hacerme pesado, pues según decía Thomas Fuller, (un antiguo capellán de la
corte del rey Carlos I de Inglaterra) -"El
hombre sabio, incluso cuando calla, dice más que el necio cuando habla".
Por tal motivo, y como en mi caso lo de sabio es pura utopía, procuraré ser breve
para distanciarme lo más posible del necio. ¡Otra cosa será si lo consigo!
Muchos
han sido los senderos transitados, y numerosas, también, las jornadas y horas
empleadas en recorrerlos, pero si nos circunscribimos al mero aspecto
paisajístico, según mi modesta opinión, el de esta temporada que hoy termina ha
sido, sin duda, uno de los GRs más bellos. ¡Aunque para gustos… colores!. Desgraciadamente, también, el más duro de sobrellevar.
Un GR más que añadir a nuestras fatigosas piernas y otro año más que sumar
a nuestras deslomadas espaldas. Pero no un GR más, ¡Nooo! Por desgracia, las
amargas circunstancias otoñales así lo quisieron y uno de los nuestros apenas
si nos acompañó a lo largo del placentero caminar. Eso sí, siempre estuvo, y
estará, en nuestra memoria y nuestros pensamientos.
Nueve
meses (como si de una feliz gestación se tratara) hemos tardado en recorrer la
distancia que separa la Jonquera de Sant Lloreç Savall. Dos GRs (GR2 y GR5) que
confluyendo en Aiguafreda nos condujeron desde el Alt Empordà hasta el Vallé
Occidental. Diez lindas etapas plagadas de fantásticas aventuras; salpicadas de
pérdidas y encuentros; de desatadas estampidas y esporádicas esperas; de
alocadas carreras y de paseos en calma; de alegres celebraciones y opíparas
comilonas; de vermuts y sobremesas que reconfortan cuerpo y alma; de
recogedores silencios y de ruidosas conversaciones; de puntos de vista
coincidentes y otros enfrentados; de momentos de inmensa felicidad y alguno de
dolorosa e infinita amargura; de fatiga y sudor por el esfuerzo, o de goce y
regocijo al caminar sumergidos entre la belleza de estos idílicos parajes; de
aire fresco, cielos limpios y aromática naturaleza en libertad; de frescas
mañanas y tórridos mediodías al justiciero sol… En definitiva, de
enriquecedoras experiencias compartidas entre todos, vividas, eso sí, según la
percepción que de la realidad y de las circunstancias tenemos cada cual.
A lo
largo de las diversas etapas de este “curso” hemos ido comprobando que mientras
los tarambanas del A avanzábamos desperdigados, pasando a galope tendido
por lugares y caminos cual alocados veinteañeros, sin tiempo material para
detenernos a hacer una foto, pararnos a disfrutar del paisaje, cambiarnos de
prenda de abrigo, beber un trago de agua, saborear una fresca cerveza, o
liberar la vejiga (salvo que no nos importara quedarnos descolgados y caminar
en solitario), los del pelotón de cola, se detenían a la menor excusa, sin
prisas ni agobios, ¡por que sí! Ya fuera para contemplar el paisaje y disfrutar
de las flores y los animales, plasmar preciosas instantáneas con las cuales
inundar el WhatsApp, conversar distendida y amistosamente sobre temas de
actualidad diversos, visitar monumentos o lugares de interés, degustar un
refrigerio acompañado de sus correspondientes y deliciosas tapas o simple y
llanamente por el placer de detenerse a descansar en los lugares que invitaban
a ello.
Durante
las incontables horas de satisfactorio caminar, desde la frontera con la
Catalunya del norte hasta donde hoy nos encontramos, hemos ido constatando de
manera eficiente la evolución y heterogeneidad de GRManía. Si hace unos años este fantástico grupo lo formaban
una inmensa mayoría de laboriosos currantes y algún que otro merecido pensionista,
el tiempo ha ido avanzando inexorablemente, y sin darnos cuenta nos hallamos en
puertas del día en que la mayoría de nosotros seremos unos achacosos jubilados
y solo unos pocos los ensalzados cotizantes. ¡Es ley de vida compañeros! Si hoy
parece que unos vuelan y los otros renquean, pronto renquearán los unos
y gatearán los otros, y en un futuro no demasiado lejano… ¡Todos a rastras! ¡De
qué sirve, entonces, ofuscarnos con que la vida es demasiado breve, si luego
somos incapaces de detenernos a disfrutar de las maravillas que ésta nos
ofrece!
Pero
bueno compañer@s, como no pretendo atravesar la siniestra frontera de los
necios ni parecerme a ellos, cerraré la boca y os dejaré tranquilos. Bastante
os fustigo ya con la vara de mis manidas e interminables crónicas (a los y las
valientes que osáis leerlas) como para seguir atosigándoos con más moralinas.
Permitidme,
sin embargo, queridos amigos, compartir en voz alta una reflexión personal que
hace tiempo me ronda por la cabeza. Recientemente, charlando con a una de las
cabezas pensantes de GRMania le sugerí la conveniencia de encontrar savia nueva
para los habituales discursos. Aire limpio, fresco, sutil y por supuesto
femenino. La voz de alguna versada moza ¡muchas hay! que nos haga partícipes de
sus experiencias, exprese sus sentimientos, exteriorice sus opiniones sobre lo
que sucede en los GRs y lo exponga en las celebraciones, festividades, cierres
de temporada, o cuando ella lo considere oportuno… Principalmente, y en honor a
la paridad, porque hay otros puntos de vista sobre la realidad y otras maneras
de enfocar los acontecimientos que de conocerlos, nos permite a tod@s “ver las cosas como son, y no
como somos”. ¡Ahí lanzo la caña! ¡Ánimo y sin miedo! ¿Dónde está la valiente
que muerde el anzuelo?
Para concluir,
un breve recordatorio sobre el futuro venidero. Si el tiempo y las
circunstancias no lo impiden, la temporada 2016-17 acometeremos el GR4 que
partiendo de la Pirenaica Cerdanya (La Guingueta–Bourgmadame-) llega hasta Montserrat,
y finiquitar la ruta en el Monasterio de Santas Creus!
¡Gracias
por vuestra infinita paciencia camaradas! ¡Feliz verano para tod@s!
Sant Lloreç Savall
Sábado 18 de junio de 2016
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